Por Carlos Landó , CPP
Generalmente uno de los principales problemas que tiene el profesional de la seguridad, experto en protección ejecutiva (EPP por sus siglas en inglés), es que el protegido acepte tener protección y que acate las “sugerencias” que le hace el líder o principal del equipo de protección o el gerente de seguridad de su organización con respecto a ciertos hábitos o costumbres diarias que debería modificar…por su seguridad (seguridad versus comodidad).
Cuál creen puede llegar a ser el segundo problema que puede llegar a tener el EPP con su “protegido” o el Gerente de Seguridad Corporativo con su funcionario a “proteger” por la organización...? Si...!! Puede ser esa que pensaste...!! Pero en el análisis de riesgos de escenarios diarios que tiene un funcionario, de cualquier organización, con mayor probabilidad de ocurrencia, es el accidente de tránsito.
En el interior de un automóvil el ocupar un asiento u otro influye en la probabilidad de aumentar la probabilidad de tener lesiones, hasta fallecer, en caso de sufrir un accidente.
Entonces, ¿en cuál asiento viaja el funcionario de tu organización, en el auto con el chofer provisto / asignado por la organización...?
En la actualidad, salvo en dos marcas mundiales de automotores, y una sola en todos sus modelos fabricados, han trabajado considerablemente en los riesgos internos en el diseño de sus nuevos modelos. A pesar de habérsele agregado “airbags” frontales, laterales, tipo cortina y tener un cinturón de seguridad con limitadores de fuerza, el asiento más peligroso es el del copiloto (estadísticas de siniestros realizadas por las compañías de seguro - Mapfre -), ya que en caso de colisión, está más expuesto al denominado “volantazo involuntario”, que es ante un caso de un choque inminente, se tiende involuntariamente a reaccionar dando generalmente un giro a la izquierda. El conductor al detectar el “riesgo”, tiende a alejarse del mismo… “volantazo a la izquierda”.
Las estadísticas demuestran que el asiento trasero central es el más seguro de todos, esto se debe a que es el espacio que se encuentra más alejado y por lo tanto mejor resguardado ante un impacto frontal o lateral, lo que hace que se reduzcan las consecuencias en comparación con los otros asientos del coche. Además permite que la persona que viaja en esa posición puede descender del vehículo por la puerta que se encuentra más próxima a la vereda / acera / banqueta, sin tener que asumir y aumentar el riesgo de bajar hacia el lado que se encuentra el tránsito vehicular diario en la calle donde se detuvo.
El asiento trasero central a usar por el “protegido” de la organización, SÍ debe contar con un cinturón de seguridad de sujeción de tres puntos con mecanismo de tensores y limitadores de fuerza o que sean inflables; y con un apoya cabezas graduable donde la parte superior del mismo llegue a la altura de los ojos del pasajero.
Te dejo otra inquietud, para tu análisis de riesgos de escenarios… ¿Los vehículos que utilizan los funcionarios de tu organización son blindados...?
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